sábado, 10 de marzo de 2012

Más sopa boba para los bancos


La semana pasada, el Banco Central Europeo destinó 539.000 millones de euros para ayudas a los bancos, ayudas a las que han concurrido alrededor de ochocientas entidades bancarias. Este importe, sumado al que ya se destinó hace unos meses, hace que las ayudas que se han destinado a los bancos en menos de un año asciendan a la astronómica cantidad de un billón, con B, de euros.
Esta podría ser una buena noticia si los bancos sirvieran como canalizadores para que ese dinero llegara a la pequeña y mediana empresa, a los autónomos, o a las familias, y sirviera por tanto para reactivar la economía, hacer que tantas y tantas empresas que ahora están al borde del abismo pudieran seguir subsistiendo o incluso pudieran plantearse nuevas contrataciones, y lograr que tantas familias que no pueden hacer frente al pago de sus hipotecas, tuvieran una oportunidad de renegociar las condiciones y lograr un balón de oxígeno, en definitiva a ayudar a que los países, en este caso España, puedan salir de la crisis de la forma menos traumática posible.
Lejos sin embargo de que esto sea así, los bancos emplean ese dinero, que han recibido al 1% de interés, en comprar deuda pública de estados europeos, deuda de países en apuros que está saliendo a subasta con intereses del 3, 4 y 5%. Así de simple, los bancos hacen negocio sin arriesgar lo más mínimo, con un dinero que no es suyo, y gracias al cual pueden seguir manteniendo sus pingües beneficios, y sus directivos cobrando sueldos y bonos astronómicos.
¿Cómo puede tener alguien la caradura y la poca vergüenza de seguir exigiendo recortes y sacrificios a la ciudadanía y a la pequeña y mediana empresa mientras se produce un hecho tan grotesco como este?
Pero mi reflexión va más allá, ¿por qué hay que ayudar a los bancos? Que yo sepa, y si me equivoco que alguien me corrija, los bancos (en su inmensa mayoría) son empresas privadas cuyo negocio consiste en cobrarnos intereses hasta por respirar, gracias a lo cual sus beneficios, al menos los de las principales entidades, se cuentan por miles de millones, y cuyos directivos, como ya he dicho anteriormente, se suelen convertir en multimillonarios, gracias a sueldos, bonos, primas, etc… de vértigo. Si a un banco las cosas le vienen mal dadas, se debe a su mala práctica bancaria, metiéndose en demasiadas ocasiones en operaciones de alto riesgo o negocios de dudoso beneficio. Pues como cualquier otra empresa, si un banco está al borde de la quiebra, lo lógico sería que se produjera dicha quiebra. ¿Por qué hay que ayudarlo para que esto no ocurra con dinero público mientras a los trabajadores, pensionistas, parados y al resto de empresas privadas se les abandona a su suerte?
A mi empresa no viene nadie desde Bruselas a efectuarle una inyección de dinero para que solvente los problemas que la crisis le está causando, ¿por qué a un banco sí?

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