La famosa ley Sinde, ahora Sinde-Wert

Anteayer entró en vigor la famosa y denostada ley Sinde ahora llamada Sinde-Wert. A partir de ahora se podrán cerrar todas las webs de descargas gratuitas, o, de enlaces a otras páginas de descargas gratuitas. Como internauta, reconozco que he descargado música y cine (quien esté libre de pecado que tire la primera piedra), y por tanto no puedo estar en absoluto de acuerdo con esta ley.

Pero vayamos por partes.

Que se pueda traficar libre y gratuitamente con el trabajo intelectual y creativo de otras personas, que además puede constituir su medio de vida, no me parece justo. Estoy de acuerdo en que hay que proteger sus derechos, y buscar fórmulas para que esos derechos sean compatibles con las posibilidades que Internet ha introducido en nuestras vidas.

Pero lo que no se puede es atajar el problema por las bravas, cosa muy habitual en este país, donde las soluciones que nuestro políticos nos ofrecen a los problemas suelen ser drásticas y se acaban convirtiendo la mayoría de las veces en un nuevo problema, a veces incluso aún mayor que el que se pretendía solucionar.

Igual la solución pasa por abaratar el acceso a la cultura. Igual un escritor, un músico o un cineasta, deben aceptar que por el hecho de escribir un libro, componer una canción o rodar una película, no es lógico que se conviertan en multimillonarios de la noche a la mañana, auténticos privilegiados, sino que su nivel de vida debe ser un poco más acorde con la realidad del mundo en el que vivimos.

O igual si es justo que ellos alcancen cierto status, pero habría que desmontar toda esa industria que se mueve a su alrededor, miles de vampiros cuya única creatividad consiste en vivir a costa de unos y de otros.

Si todo esto cambiara, y se consiguiera así abaratar el acceso a la cultura, entonces igual el conflicto entre los derechos de los autores e Internet no sería tal, o sería mucho más fácil encontrar la forma de compatibilizar ambas cosas, sin tener que recurrir a leyes restrictivas, policiales y drásticas como la que anteayer entró en vigor.