sábado, 31 de marzo de 2012

¿Y ahora qué?


Ya han pasado las esperadas elecciones en Andalucía, y también en Asturias. Como siempre, resulta llamativo, rayano casi en el ridículo, la forma de analizar los resultados por parte de cada partido en función de sus intereses, tomándonos, una vez más, por tontos a los españolitos.
Centrémonos en las andaluzas. El PP ha sido el partido más votado, pero en contra de lo que vaticinaban las encuestas y creo que ellos mismos esperaban, han quedado muy lejos de la mayoría absoluta, lo que hace prácticamente imposible que el Sr. Arenas pueda llegar a gobernar. Amarga victoria por tanto, máxime teniendo en cuenta que respecto a las elecciones generales del 20 de Noviembre, el partido popular ha perdido 500.000 votos en Andalucía. Medio millón menos de votos, que se dice pronto, y que sin duda sí que le habrían otorgado la mayoría absoluta. Sin embargo, nadie desde ese partido, nadie, reconoce que este resultado pueda ser fruto de la política del Sr. Rajoy, de esa subida de impuestos y sobre todo de esa reforma laboral, de ese camino de reformas salvaje y dilapidación de los derechos de los trabajadores. Ninguna autocrítica, siguen instalados en la poltrona de la mayoría absoluta que los convierte en un gobierno absolutista e intransigente que probablemente nos llevará al desastre más absoluto.
Igual de curioso resulta comprobar como en el PSOE en seguida sacan pecho y se erigen en poco menos que vencedores simplemente porque el varapalo recibido ha sido algo menor que el esperado, cuando realmente han sido los grandes derrotados de las elecciones, que pasan de 56 escaños (mayoría absoluta) a 47 y ni siquiera dependen de ellos mismos para poder seguir gobernando, ¿cómo se puede ser tan cínico?
Y en medio Izquierda Unida, los únicos que tal vez sí, a pesar de su escaso 12% por ciento de votantes y sus 12 diputados, puedan sentirse satisfechos con el resultado obtenido de manera legítima. ¿Qué debe hacer ahora la coalición de izquierdas? Parece claro que no va a ocurrir como en Extremadura, y que por tanto el Sr. Arenas no tendrá la más mínima posibilidad. Ahora bien ¿deben entregarle un cheque en blanco al PSOE? Pues rotundamente no, la gente que los ha votado y ha permitido que doblen el número de diputados, lo han hecho en buena parte huyendo de la política y del gobierno del Sr. Griñán, y por tanto lo último que esperan es que todo siga igual que antes.
Los socialistas, en su arrogancia, ningunean a IU cuando no la necesitan, y cuando la necesitan piensan que IU debe apoyarlos incondicionalmente para que el PP no gobierne. Y se equivocan, si quieren el apoyo de IU deben merecérselo primero, deben dar un verdadero giro a la izquierda, previa limpieza de todos los socialistas acusados, o simplemente sospechosos de corrupción, y sólo entonces, podrán pedir que se les apoye.
Y mal lo tendrá IU si no se muestra inflexible en la exigencia de ese verdadero cambio de rumbo político, porque entonces defraudarán a la gente que ahora ha confiado en ellos otorgándoles su voto, y probablemente vuelvan a sufrir una debacle en futuras elecciones.

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